Foto: Sergio Raúl López.
La décimo séptima edición del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF) se realizará del 25 de julio al 3 de agosto teniendo a Polonia como país invitado. Entre las casi infinitas actividades que se celebran en esos días, entre las que destacan las proyecciones Cine entre Muertos en el cementerio y Locura de la Media Noche en los túneles guanajuatenses, Search & Destroy y Oscar’s Night, destaca el colorido y entusiasmo que rodean al Rally Universitario GIFF, que alcanza su sexta edición. Aquí ofrecemos dos testimonios de participantes de ediciones anteriores.
Foto: Sergio Raúl López.
Con el reloj en contra
Por Odín Salinas
Ya en julio, en rodaje, filmar en Guanajuato y con las manecillas corriendo resulta todo un reto. Las calles diminutas y el tráfico incesante se vuelven elementos que hay que prever y tratar de buscar solución en los meses precedentes a la competición. Aunque siempre ocurre algo que fuera de lo previsto.
Foto: Sergio Raúl López.
El plazo de 48 horas puede sonar bastante extenso si sólo se aguarda que tal tiempo transcurra. Pero si el caso implica rodar un cortometraje en ese límite, el asunto se vuelve una atrayente odisea. Así ocurre desde hace seis años en el Festival Internacional de Cine Guanajuato (giff, por sus siglas en inglés), con el Rally Universitario, competencia en la que se miden, de tú a tú, ocho universidades de varios estados del país.
En mi caso, junto con mi equipo, tuve la oportunidad de competir en las ediciones de 2010 y 2013, en representación de Zacatecas.
Cuando, en el 2009, se celebraba en mi ciudad la segunda, y última, edición del Festival de Cine “Fronteras Migrantes”, a la par de que yo cursaba el segundo semestre de mi carrera, por mera curiosidad y con apenas unos pininos en guionismo, un compañero inscribió un proyecto denominado El Ojo de Dios, en el Desafío de Cortometrajes del ya mencionado festival, mismo que quedó seleccionado, se realizó en 72 horas y, al final, logró instalarse, junto con El Ho-yo, en el primer lugar. Esa estupenda aventura fue el aliciente inicial que nos llevó a incursionar con más ímpetu en el apartado cinematográfico. De ahí que cuando Ariadna del Castillo, coordinadora del Rally Universitario giff, visitó nuestra universidad, decidimos inscribir el guión Enséñame a Volar, con el que fuimos aceptados en la competencia y fungí, por primera vez, como productor.
Pudiera suponerse que ésta fuese la parte más compleja, quedar seleccionados, sin embargo sólo fue el comienzo de una temporada de mucho trabajo. Cabe mencionar que para nuestra segunda selección, el guión Los Hombres en la Cocina Huelen a Caca de Cochina, resultó seleccionado de entre más de 300 trabajos.
Una de las consignas fundamentales es idear un guión adecuado para filmarse en Guanajuato, contemplando desde su trazado, su arquitectura, su estilo propio y que, además, dure cinco minutos. Por tanto, hay que realizar una serie de viajes a la ciudad para determinar locaciones idóneas, a la par de ubicar dificultades y ventajas.
Como el nombre mismo de la competencia lo expresa, la cuestión es meramente universitaria y ello complica los costos tanto de pre como de producción, para lo cual hubo que buscar apoyos privados y charlar con los directivos universitarios para echar mano del equipo técnico con el que contaba la escuela.
Para lograr una mejor preparación, por parte del festival, se proporcionan talleres relacionados con el quehacer fílmico, mismos que son impartidos por profesionales, lo cual se agradece, puesto que el hecho de tomar consejos y experiencias de personas que día a día desarrollan estas labores resulta de sumo provecho y siempre se obtiene nuevo conocimiento.
Sin embargo, hay que mencionar que no siempre las opiniones externadas por los propios talleristas son las más adecuadas para tu guión o inclusive para lo que uno busca plasmar. Durante los meses previos de preparación, debes realizar una preproducción íntegra, un guión pulido al 100 %, un plan de rodaje que vislumbre retrasos, alimentación, trasladados, un storyboard que refleje la visión del director lo mejor posible, dado que tu contacto con los actores inicia justo el día que arranca el Rally; por tanto, el trabajo de dirección actoral es un breve y sobre la escena.
Ya en julio, en rodaje, filmar en Guanajuato y con las manecillas corriendo resulta todo un reto. Las calles diminutas y el tráfico incesante se vuelven elementos que hay que prever y tratar de buscar solución en los meses precedentes a la competición. Aunque siempre ocurre algo que fuera de lo previsto: a medio rodaje y cuando arribamos a la siguiente locación, ya se hallaba ocupada por una estudiantina, que llegó de súbito y no daba muestras de retirarse con prontitud. Así, hubo que modificar el plan de rodaje sobre la marcha y filmar primero otra escena.
Debido al corto tiempo en que se ejecuta el rodaje, ya hay integrantes del equipo en la edición de material, ya que las 48 horas incluyen rodaje, edición y entrega del cortometraje. Quizá es la parte de edición y de la postproducción una de las más intensas y estresantes, ya que se tiene la sensación que el tiempo límite concluirá en cualquier momento.
Entregado el material, se otorga una pequeña tregua. Más tarde todos los trabajos se proyectarán en un repleto Auditorio del Estado. Muchas ocasiones lo proyectado no nos deja satisfechos del todo y, afortunadamente, después del festival se puede hacer una reedición y enviar el cortometraje de nueva cuenta, para tener una proyección más en el Distrito Federal.
Considero que la producción nacional goza de una etapa de revuelo, en la que se filma mucho cine, no todo de calidad, pero hay una producción ascendente, como hace tiempo no acontecía. Tal escenario se combina con la aparición de numeroso cine independiente que se presenta gracias, entre otras cosas, a la facilidad para contar con una cámara.
Esto viene a colación ya que si bien mi formación conlleva muchos más tintes periodísticos que cinematográficos, el Rally amplía y da cabida a estas profesiones y brinda oportunidades a los universitarios de la nación como un escaparate enorme para iniciarte, ya que la formación, si se busca desde los estudios profesionales, se encuentra cerrada a unos pocos centros educativos que, además, tienen una admisión minúscula.
Las cosas más importantes del rally guanajuatense son el contacto con actores profesionales, las capacitaciones y, evidentemente, el espacio, que sirven sobremanera, pues al conocer las implicaciones y los beneficios puedes saber si en verdad quieres dedicarte a esto. El Rally te abre puertas, pero quedarte ahí sería erróneo. Se debe seguir en la búsqueda del progreso y de, como dicen por aquellos parajes: ¡Más cine, por favor!
Foto: Sergio Raúl López.
Respeto en una presión constante
Por Erika López
Foto: Sergio Raúl López.
Es muy importante, para los jóvenes universitarios interesados en forjar una carrera cinematográfica, enfrentarse a retos como el Rally Universitario giff, mismo que se lleva a cabo cada año en el Festival Internacional de Cine Guanajuato y que es una plataforma para demostrarnos a nosotros mismos nuestras habilidades al momento de enfrentar la producción cinematográfica de un cortometraje de ficción. El Rally es una ventana necesaria ya que nos permite conocer profesionales de diversas áreas y entablar una comunicación sincera, como experiencia personal. Actualmente trabajo con Encoresound, una de las empresas patrocinadoras del Rally, y cuyos miembros nos brindaron su apoyo al finalizar las proyecciones de los cortometrajes en 2010. Hoy en hemos tenido la oportunidad de desarrollar proyectos únicos y muy importantes. Esto representa para mí una gran motivación para seguir creando.
Cursaba cuarto cuatrimestre de la Licenciatura en Artes Audiovisuales, en el Centro de Artes Audiovisuales, Arquitectura y Diseño de la Universidad de Guadalajara, en Jalisco, cuando recibí un correo electrónico de la Coordinadora Académica, en el que me comunicaba que Rafael Martínez, un alumno de primer cuatrimestre, había sido elegido para producir un cortometraje en el Rally Universitario, con el guión titulado Irma Vive, y que necesitaban un productor. Desde ese día nos organizamos, creamos un crew con alumnos de diversos grados de la universidad que fueran talentosos en su área y comenzamos a preproducirlo. El guión se basa en una historia real de la familia del director y es una historia conmovedora.
Uno de los requisitos es que la universidad donde estudia el guionista del proyecto seleccionado apoye la producción del cortometraje. Además, el crew se compromete a acudir a cursos en el Distrito Federal, impartidos por Panasonic, Encoresound y algunas otras empresas. Otra de las necesidades de primera instancia es realizar un scouting en Guanajuato, para prevenir complicaciones. Todo esto implica gastos. Por ello, el equipo de producción de Irma Vive solicitó a la Universidad de Guadalajara su apoyo económico para continuar con la realización del proyecto. En un inicio fue difícil y tuvimos que presionar a la escuela, por que si no recibíamos su apoyo para acudir a los talleres seríamos descalificados. Al final, entre la escuela, algunos maestros y una casa productora llamada Argentina 13, logramos cubrir todas las necesidades que implicaban el desarrollo y la producción del cortometraje.
Los talleres de capacitación fueron muy importantes. Pudimos aclarar dudas, sobre todo en cuánto a la operación de la cámara; es necesario recibir la información adecuada para el uso del equipo de producción, los talleres de sonido directo, iluminación y de dirección con actores profesionales que nutrieron nuestro conocimiento de forma significativa. Pienso que no estaría de más incluir uno de producción, no sé si lo manejen actualmente.
Producir en la ciudad de Guanajuato tiene su grado de complejidad, mucho más durante un rally de 48 horas. Por ejemplo, en el momento en que hicimos scouting con una camioneta van para 15 pasajeros, optamos mejor por dos camionetas mas pequeñas y cómodas para las fechas de rodaje, pues en las fechas del festival el tráfico de esta laberíntica ciudad se multiplica y con la presión del rodaje, hubiera sido estresante haber tomado una mala decisión.
Ese scouting fue muy importante, pudimos darnos cuenta de las implicaciones de producir cine en la ciudad de Guanajuato, entre el tráfico, los pequeños callejones y, además, encontrar las locaciones indicadas para el cortometraje. Tuvimos suerte, gracias a la familia Ramos que nos apoyó en todo el proceso, tuvimos la oportunidad de contar con una casa muy antigua que cumplía totalmente con el perfil que buscábamos. Una vez que conseguimos la locación, fue fundamental dibujar un storyboard. De esta manera, el fotógrafo tendría mucho mas claro cómo pensaba los planos el director. Una vez realizando el shooting y el storyboard, el plan de rodaje en la ciudad de Guanajuato tiene que estar muy bien diseñado, especialmente cuando tenemos 24 horas de producción y 24 horas mas de postproducción, tenemos que tener muy claros los horarios, los puntos de salida y llegada en el company move, los momentos cuándo el crew se traslada a la siguiente locación, si hay corte peatonal, si necesitamos luz en la calle, seguridad, cuánto tiempo nos tardamos en la iluminación, vestuario, maquillaje, horarios de comida o snack, etcétera…
Cómo anécdota, recuerdo que había una escena en el guión en la que Irma rodaba en el pasto. En ese momento, en la colina había aproximadamente diez niños que iban de paseo del kínder y el director decidió que podía funcionar que de igual forma ellos también rodaran. Sacamos inmediatamente copias a los formatos de autorización de imagen y sus madres firmaron. Al final, los niños contribuyeron de igual manera a darle más vida a la escena. A veces, estas circunstancias favorecen o perjudican una producción, lo importante es tener tacto y expresar con respeto nuestras necesidades a los demás.
La proyección en el Auditorio del Estado en Guanajuato fue una experiencia que jamás olvidaré. Poder ver el cortometraje en una pantalla de cine junto a mi familia y las personas que nos apoyaron en su realización, es una muy buena experiencia, se sentía un ambiente divertido, muy agradable, sin olvidar la competencia. Es muy importante poder apreciar el corto en una pantalla grande, pues podemos darnos cuenta de todos los detalles a profundidad. En el caso de Irma Vive, tuvimos que cortar diversas escenas por que teníamos material de más, por no haber tomado timing con cronómetro. Al final tuvimos un corte de 20 minutos, algo que, estoy segura, jamás me volverá a pasar, pues ocasionó dificultades a la hora de la postproducción y no pudimos entregar el cortometraje que estaba escrito en el guión.
Ahora, yo creo que modificaría varias cosas, repetiría algunas tomas para que algunos detalles no distrajeran, sobre todo en la última; la música podría ser más contemporánea también. Lo que mas me gustó de haber producido el cortometraje fue la experiencia de trabajar con actrices profesionales y recibir consejos de ellas; enfrentarme a encontrar las locaciones, incluso conseguimos comida, desayunos y cenas para diez personas, patrocinados por restaurantes locales.
Algo muy importante es el respeto entre los que nos vemos involucrados en el Rally, ya que se vive una presión constante con horarios muy reducidos y es prioritario mantener una buena comunicación. Todos merecemos ser tratados con respeto, principalmente por parte de la coordinación.
El rally universitario es, sin duda, un motor para los universitarios, los impulsa a crear, a producir muy probablemente un primer cortometraje y, ganes o no ganes, es bien emocionante cumplir con el reto y ver tu corto en una pantalla de cine.
Foto: Sergio Raúl López.
Este artículo forma parte de los contenidos del número 35 de la revista cine TOMA, de enero-febrero de 2014. Consulta AQUÍ dónde conseguirla.