El noveno de una serie alfabética de volúmenes dedicados a estudiar la producción cinematográfica del país, La ilusión del cine mexicano, publicado por Editorial Océano, continúa con el trabajo de análisis, reflexión y crítica emprendido hace cincuenta años por el crítico e investigador cinematográfico Jorge Ayala Blanco (el año anterior, la Cineteca Nacional publicó La justeza del cine mexicano, saltándose este volumen, estrictamente anterior, que abarca del 2005 al 2008.
Al igual que en los títulos precedentes, encontramos aquí una revisión pormenorizada de películas que se agrupan dentro de categorías específicas. Recurriendo a una metodología personal, la cual ha ido perfeccionando con el paso de los años, el autor bucea en las más de un centenar de cintas realizadas en los últimos años y muestra sus aciertos y defectos, sus grandezas y sus miserias, sus hallazgos y sus pérdidas. En este caso la palabra clave es “Ilusión”, entendida en sus diversas acepciones. Así, la ilusión fílmica se entiende no sólo como ensueño, esperanza y anhelo, sino también como engaño y alucinación. Jorge Ayala Blanco nos regala nuevamente con una mirada rigurosa, crítica y poco complaciente un análisis de la más reciente producción cinematográfica mexicana.
Entre otros filmes, Ayala Blanco entrega ensayos sobre Luz silenciosa, de Carlos Reygadas; Los ladrones viejos, de Everardo González; La Zona, de Rodrigo Plá; La sangre iluminada, de Iván Ávila; El violín, de Francisco Vargas; Ruta Camus, de Homero Bazán; Drama/Mex, de Gerardo Naranjo; Párpados azules, de Ernesto Contreras (por cierto que un fotograma de la cinta ocupa la portada); Los últimos zapatistas, héroes olvidados, de Francesco Taboada; Familia tortuga, de Rubén Imaz; Mi vida dentro, de Lucía Gajá, entre otros.