Con sus más de treinta películas, el cineasta argentino Raúl Perrone es un referente ineludible del cine contemporáneo argentino. Nacido en 1952, filmó su primer filme en Súper 8 a principios setenta, sin embargo, durante mucho tiempo se dedicó a su otra pasión: el dibujo. Como dibujante y caricaturista trabajó en El cronista comercial, Tiempo argentino, El gráfico, Siete días, entre otras publicaciones.
Perrone es un cineasta singular, no filma en 35 mm, prefiere el video, no estrena de forma convencional ni pide apoyos del Instituto de Cine. Una de las mayores ventanas de difusión de su cine es, sin duda, el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI), donde resulta prácticamente imprescindible no perderse ninguno de sus filmes ya que no es fácil volver a tener la oportunidad de verlos, pues irán a salas alternativas o incluso permanecen inéditos.
El cine de Perrone es contemplativo, sus protagonistas son los planos largos y estáticos al servicio de anécdotas mínimas y cotidianas.
Y la retrospectiva programada por la Cineteca Nacional del 25 de febrero al 10 de marzo, se integra por doce filmes, como sigue:
Graciadió (1997)
Late un corazón (2002)
La mecha (2003)
Ocho años después (2005)
Tarde de verano (2006)
Nosotrosdos (2006)
Canadá (2006)
La navidad de Ofelia y Galván (2007)
Bonus Track (2008)
180 grados (2008)
Luján (2009)
Los actos cotidianos (2010).
El cine independiente
por Raul Perrone *
¿Qué puedo decir sobre el cine independiente que no se haya dicho? Recuerdo que me gustaba leer en diarios y revistas la palabra “indie”. Sentía que quería hacer películas con el mismo espíritu que los músicos que hacían rock en un garage…
Hoy, unos catorce años después, me causa un poco de gracia leer que hablen de algunas películas diciendo que son “ independientes”, cualquiera dice que hace cine independiente y no tiene el mismo valor que antes, Son rótulos que se ponen, como “cine de culto”, el Dogma o la estupidez del momento. Son pretextos para poder escribir y hacer notas, pero el chiste se agota y al final no quiere decir nada. La palabra “independiente” está absolutamente vapuleada y no sé si siquiera genera respeto. En definitiva, creo que uno tiene que hacer lo que tiene ganas y la independencia es eso, hacer lo que uno tiene ganas, lo que uno quiere y puede sin limitaciones. El resto es marketing.
Muchos dicen que hacen cine independiente y lo hacen con un montón de plata, ¿entonces cuál es el límite? Porque la independencia a esta altura del partido no tiene nada que ver la plata., La independencia esta en la cabeza,esta en uno.
Hacer cine independiente ha cambiado mucho. Está muy bien que la tecnología vaya derribando mitos, aunque algunos se dieron cuenta un poco tarde. Pero bienvenidos todos al paraiso digital, (ja) al del video
… además, en definitiva, ¡la gente no sabe lo que es el cine independiente! Uno no le pregunta al vecino si vio algo de cine independiente. La gente no habla en esos términos, como los cinéfilos,criticos o intelectuales. La gente habla de películas buenas, o malas, y punto.
* tomado de la página electrónica del cineasta.